viernes, mayo 11, 2007

Highlander. El inmortal, Rusell Mulcahy. 1986


From the dawn of time we came; moving silently down through the centuries, living many secret lives, struggling to reach the time of the Gathering; when the few who remain will battle to the last. No one has ever known we were among you... until now.

La vida eterna siempre ha sido una fascinación para el hombre; ya sea como vampiro o por medio de un retrato que envejece mientras el dueño conserva su impecable belleza. Pero, pero qué tal que la este don fuera una maldición, de la cual lam única manera de escapar sea perdiendo, literalmente, la cabeza.

Qué desiciones se deben tomar cuando se sabe que eres parte de un grupo que debe luchar entre sí para ganar el "premio" y no dejar a la humanidad en tinieblas. Qué pasa cuando debes enfrebtar amigos, sabiendo que debes cortarles la cabeza porque ellos cercenarán la tuya sin vacilar.

¿ Se podrá amar y odiar por siempre? Cómo será ver morir a tus allegados, sabiendo que tú no lo harás, tener que ser un pária y un rechazado por tu única y especial capacidad para nunca fallecer.

En 1896, se dieron todas estás dudas y algunas de sus respuestas siguen en el aire, acompañado de un magustral soundtrack de Queen, las espadas se cruzaban a través de la historia hasta llegar a la Nueva York de finales del siglo XX.
Está película de culto que después sería despedazada por una serie de secuelas y series de tele, introdujo a personajes bastante indentificables, sobre todo el de Sean Connery, el señor Juan Sánchez Villalobos Ramírez, los cuales deberion quedarse en una y sólo una cinta, pero en joligud les encanta hacer calabaza las buenas ideas.

Para más datos de Highlander échese de tajo a este link: http://imdb.com/title/tt0091203/

2 comentarios:

Fabricante_de_mentiras dijo...

Ajaz, ajaz. Ese era uno de mis programas favoritos, vale.

Un abrazao de acá del norte.

el maléfico doctor Bob dijo...

Fabricante: el programa realmente, en lo personal, me parecìa malìsimo, de entrada Cristopher Lambert no era el protagonista, la primicia suena poca madre, pero sigo pensando que debiò quedarse en sòlo una pèlìcula.